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lunes, 12 de mayo de 2014

HOMBRES CON COJONES

Hombres 'con cojones'Sólo en un 4,8% de los casos el menor es atendido por el padreMiguel Ángel Oliver: 'De repente eran tres niños. Mi familia me necesitaba, no mi mujer'Gabriel Lázaro: 'Al principio no sabes si es lo correcto, pero la recompensa es continua'J. M. Lassalle: 'No se dan las condiciones que hagan real una paternidad compartida'Óscar Crespo: 'No hay heroicidad. El trabajo de mi mujer estaba mejor pagado que el mío'Luis Alemany: 'Mi mujer y yo nos repartimos la baja. Ocho semanas cada uno'MARÍA JESÚS HERNÁNDEZMadridActualizado: 12/05/2014 15:52 horas

"Cuidar de vuestros hijos no afecta a vuestros niveles de testosterona (...) de hecho, los hombres que tratan a sus mujeres como iguales son los que tienen más cojones". Palabra de Miriam González. Abanderada de la conciliación laboral, la esposa del viceprimer ministro británico Nick Clegg, no tuvo miedos a la hora de saltarse el guión y romper una lanza en defensa de la igualdad de género en Londres. La intervención de esta abogada vallisoletana provocó una gran ovación y numerosos elogios en la prensa, pero ¿cuál es la situación real de la sociedad al respecto?

Si acotamos la cuestión a España, una encuesta del CIS deja poco margen para el debate. Concluye que el cuidado de los hijos recae en la madre en el 82% de los casos. En segundo lugar, es la abuela (7,5%) la que se encarga del pequeño. Sólo en un 4,8% de los casos el menor es atendido por el padre. Entre estas excepciones, tropezamos con Miguel Ángel Oliver, Gabriel Lázaro, Óscar Crespo y Luis Alemany. Como los definiría Miriam González: cinco "hombres con cojones".

Miguel Ángel Oliver

Miguel Ángel Oliver

Padre de dos hijos, tomó la decisión de "adecuar" su vida con la llegada del tercero. "No quería ayudar sino corresponsabilizarme", explica. Corría 2003 y Miguel Ángel Oliver trabajaba mañana y tarde como redactor jefe de local y a la cabeza del programa de radio 'El Foro'. Pidió un horario matinal, se lo concedieron, pero supuso "perder la jefatura de la sección y pasar a ser redactor". Bajó en el escalafón profesional, pero asegura que no encontró reproches, ni rechazo, todo lo contrario: "Muchos compañeros me dijeron 'ole'".

Nunca le acorralaron las dudas, mucho menos el arrepentimiento. "De repente eran tres niños, un batallón. Mi familia me necesitaba, no mi mujer". Detalla el giro de 180 grados que dio su vida: "Hice muchas cosas con y para mis hijos que jamás hubiera podido hacer". Desde cuidar del bebé, hasta hacer la compra, la comida, pasando por las reuniones del colegio donde se encontró con "30 madres y dos o tres padres. En ese momento te das cuenta de que algo falla".

Oliver, quien se pone especialmente nervioso con el término 'ama de casa', explica que la situación poco a poco va cambiando, pero "aún hay mucho machismo latente en la sociedad". Reconoce que, por la raíz familiar, "podría haber sido uno más". Pero vivir solo le hizo asumir unas responsabilidades que puso en práctica más tarde, junto a su pareja, "hemos sido 'amos de casa' los dos. Los hombres tenemos una responsabilidad con nuestra familia del 50%".

Con respecto a los permisos de paternidad, asegura que "lo importante no está en cogerte esos 15 días, esto es una cuestión continua. Yo me los he cogido porque es mi derecho, pero el éxito está en el día a día familiar".

Gabriel Lázaro

Fue la situación laboral lo que situó a Gabriel Lázaro al frente del hogar y del cuidado de sus hijos -de seis y tres años-. Bombero forestal de la Comunidad de Madrid -colectivo especialmente marcado por la precariedad laboral y los recortes-, trabaja sólo cuatro meses al año. Situación incompatible con "la hipoteca, la luz, el agua..." que suman cada mes. La mayor estabilidad del empleo de su mujer no dio margen para otra respuesta.

Gabriel Lázaro

Contratar a alguien o recurrir a un familiar nunca fue una opción para ellos, y no sólo por el condicionante económico. "La educación y el cuidado de un hijo tiene que recaer en los progenitores. Esa es la opción que siempre me ha parecido correcta", cuenta Lázaro.

En un principio, reconoce haber tenido ciertos sentimientos contradictorios, "en esta sociedad todo está enfocado a escalar y tienes la sensación de no estar evolucionando, no sabes si estás haciendo lo correcto. Pero con el tiempo te das cuenta de que la recompensa es continua y los niños lo agradecen".

Esta aventura comenzó hace más de seis años y confiesa sentirse culpable los meses en los que trabaja y pasa menos tiempo con ellos, "ahora empiezan a razonar, a criticar, a contestar... toca afrontar otras situaciones encaminadas a una buena educación".

Es consciente de que su caso no es lo habitual. No obstante, en estos años ha visto aumentar el número de padres dedicados a sus hijos debido a "la situación de crisis que vivimos y al paro". Como anécdota, recuerda cuando acudía solo a las clases de preparación al parto: "Llegaba, soplaba, lo apuntaba y luego se lo contaba a mi mujer".

José María Lassalle

El secretario de Estado de Cultura quería "vivir plenamente el nacimiento de sus hijas" y no dudó a la hora de cogerse los 15 días por paternidad. Es consciente de la dedicación que implica trabajar en política, pero también lo es de la que requieren sus pequeñas y asegura no haber tropezado con muchos obstáculos. "La verdad es que sólo he encontrado comprensión y apoyo. No he visto a nadie torcer el morro. Incluso ahora, cuando trato de adaptar mi agenda a la conciliación".

Explica como intenta que los actos no se alarguen más allá de las ocho de la tarde y evita que la agenda se extienda a los fines de semana. "Las inauguraciones después de las 20.00 horas y las cenas oficiales no están pensadas por quienes desean bañar a sus hijos, darles el biberón de la noche y acostarlos... Aquí hay mucho que cambiar".

José María Lasalle. | Efe

Lassalle relata que nunca hay manos suficientes para cuidar de sus mellizas de siete meses. "Así que, una de dos, o nos implicamos ambos completamente o nos arrastra la marea". Dice ser polivalente "hago de todo: cambio pañales, las baño, las llevo a la guardería, le doy la papilla, el biberón y les pongo el chupete cuando lloran por la noche... ".

Con respecto a regulación, "sigue siendo deficiente. No se han creado las condiciones que hagan real una paternidad compartida en términos paritarios. Vamos muy por detrás de otros países. Hay que cambiar las cosas. Los niños se merecen tener a sus padres más tiempo a su lado, especialmente durante los primeros meses".

Óscar Crespo

No se siente ni héroe ni modelo a seguir. "Jamás me había planteado quién tendría que ocuparse del bebé. No fue una decisión planificada, se dieron ciertas circunstancias y además,el trabajo de mi mujer estaba mejor pagado que el mío. No hay heroicidad. Habría más padres que se quedarían a cuidar a sus hijos si las mujeres cobrasen más. Pero lo que pasa habitualmente es lo contrario".

La llegada de la pequeña Jana pilló a Oscar Crespo y a su mujer en el paro. Poco tiempo después, ambos recibían una oferta de trabajo. "El sueldo de mi pareja era mayor y ante esta situación, conseguí convencer a la empresa para poder coordinar mi trabajo desde casa y así poder cuidar a la pequeña". Estuvo en esta situación durante meses, luego consiguió otro empleo como profesor asociado y concentró sus horas en días para continuar al cargo de la niña.

Óscar Crespo

Asegura que los padres ofrecen lo mismo que las madres, "a nivel emocional, no hay diferencia. Las diferencias las marca la persona, no el género". Relata ciertas situaciones en las que "te ves un poco de lado, hay cierta incomprensión". Pone como ejemplo las visitas al pediatra, "por defecto se dirige a la madre, pero es que soy yo el que sé cuándo ha vomitado y cómo lo ha hecho..."

Incluso dentro de la familia, "sobre todo las mujeres, tienen en mente que tú eres el hombre y que estás menos capacitado para cuidar a un niño. Creo que a una madre jamás le dirían cómo coger a un niño, porque hay mil maneras de cogerlo".

Asegura que es duro, sobre todo a largo plazo. "Te ata mucho al hogar, tienes que ir a su ritmo y no te das cuenta, pero el día a día te va erosionando. Lo mejor es que sea una responsabilidad compartida porque te pone en una situación de desventaja, muchas veces irrecuperable".

Crespo destaca todo lo que ha disfrutado con sus hijos y habla de rentabilidad. "Nunca me he sentido menos, incluso lo he visto como un atributo de cara a encontrar un buen puesto de trabajo. Encargarte de los niños y del hogar es un verdadero máster de gestión de recursos humanos".

Luis Alemany

Tomó la decisión de compartir la baja de maternidad -tras coger los 15 días que le correspondían- "de una forma natural". Es consciente que está alejado de la tónica habitual, pero Luis Alemany relata que "nadie tuvo que convencer a nadie. Yo estuve ocho semanas y mi mujer otras ocho".

Este periodista confiesa que, en un primer momento, le preocupó un poco la reacción de jefes y compañeros, los posibles problemas que le pusieran en el trabajo. Pero todo lo contrario, "sólo encontré facilidades y desde todas las direcciones". Es más, asegura que descubrió "algo que podríamos llamar 'machismo inverso'". Pone un ejemplo: "Las reacciones de aprobación y comprensión que recibo cuando me llaman de la guardería diciendo que la niña está enferma no tienen nada que ver con las caras que se encuentra una mujer en una situación similar".

Alemany no sólo compartió la baja de maternidad, sino que ha conseguido adaptar su horario laboral para ocuparse de la pequeña. "Con el tiempo me he dado cuenta de que éramos unos inconscientes. No habíamos pensado en lo que suponía ser padres o como criaríamos de un hijo con nuestros horarios de periodistas". Reconoce que contaron con un golpe de suerte cuando se le presentó la oportunidad de cambiar de puesto con un horario cerrado.

Tiene cero complejos. "No me sentí herido en mi orgullo viril, me pareció algo nuevo, un cambio de rutina. Tuve la suerte de que no fue una retirada, sino hacer algo distinto". Eso sí, tiene claro que "jamás hubiera dejado de trabajar. Es un tema de autoestima. Podría hacerlo en algo más aburrido, pero nunca dejar de trabajar".

Habla de mucha dedicación, pero también de la recompensa, "he ganado la relación de intimidad con mi hija. No soy el hombre ese que aparece los sábados".

Enlace al artículo:
http://www.elmundo.es/espana/2014/05/11/536bad68268e3eeb428b4577.html



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